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QUIEN TE QUIERA..

Quien te quiera en tu otoño,
se enamore de tus ramas
sin hojas, incluso, te soporte
en tus tiempos de invierno;
sin duda, esa persona
se merecerá toda tu 
primavera. 

Poetisa Loca

POEMAS DE LAS COSAS...

Quizás estando sola, de noche, en tu aposento
oirás que alguien te llama sin que tú sepas quién
y aprenderás entonces, que hay cosas como el viento
que existen ciertamente,

 pero que no se ven...

Y también es posible que una tarde de hastío
como florece un surco, te renazca un afán
y aprenderás entonces que hay cosas como el río
que se están yendo siempre, pero que no se van...

O al cruzar una calle, tu corazón risueño
recordará una pena que no tuviste ayer
y aprenderás entonces que hay cosas como el sueño,
cosas que nunca han sido, pero que pueden ser...

Por más que tú prefieras ignorar estas cosas
sabrás por qué suspiras oyendo una canción
y aprenderás entonces que hay cosas como rosas,
cosas que son hermosas, sin saber que lo son...

Y una tarde cualquiera, sentirás que te has ido
y un soplo de ceniza regará tu jardín
y aprenderás entonces, que el tiempo y el olvido
son las únicas cosas que nunca tienen fin.

LA PUERTA NEGRA...

Érase una vez en un país muy lejano un rey que era muy polémico por sus acciones. Tomaba a los prisioneros de guerra y los llevaba hacía una enorme sala. Los prisioneros eran colocados en grandes hileras en el centro de la sala y el rey gritaba diciéndoles:
- Les voy a dar una oportunidad, miren el rincón del lado derecho de la sala.
Al hacer esto, los prisioneros veían a algunos soldados armados con arcos y flechas, listos para cualquier acción.
- Ahora, continuaba el rey, miren hacia el rincón del lado izquierdo.
Al hacer esto, todos los prisioneros notaban que había una horrible y grotesca puerta negra, de aspecto dantesco, cráneos humanos servían como decoración y el picaporte para abrirla era la mano de un cadáver. En verdad, algo verdaderamente horrible solo de imaginar, mucho más para ver.
El rey se colocaba en el centro de la sala y gritaba:
-Ahora escojan, ¿qué es lo que ustedes quieren? ¿morir clavados por flechas o abrir rápidamente aquella puerta negra mientras los dejo encerrados allí?, ahora decidan, tienen libre albedrío, escojan. 
Todos los prisioneros tenían el mismo comportamiento: a la hora de tomar la decisión, ellos llegaban cerca de la horrorosa puerta negra de más de cuatro metros de altura, miraban los cadáveres, la sangre humana y los esqueletos con leyendas escritas del tipo: "viva la muerte", y decidían: -"Prefiero morir atravesado por las flechas".
Uno a uno, todos actuaban de la misma forma, miraban la puerta negra y a los arqueros de la muerte y decían al  rey:
-Prefiero ser atravesado por las flechas a abrir esa puerta y quedarme encerrado.
Millares optaron por lo que estaban viendo que hacían los demás: elegir la muerte por las flechas.
Un día, la guerra terminó. Pasado el tiempo, uno de los soldados del pelotón de flechas estaba barriendo la enorme sala cuando apareció el rey. El soldado con toda reverencia y un poco temeroso, preguntó: - "Sabe, gran rey, yo siempre
tuve una curiosidad, no se enfade con mi pregunta, pero, ¿qué es lo que hay detrás de aquella puerta negra?"

El rey respondió: ve y abre esa puerta negra".
El soldado, temeroso, abrió cautelosamente la puerta y sintió un rayo puro de sol besar el suelo de la enorme sala, abrió un poco más la puerta y más luz y un delicioso aroma llenaron el lugar.
El soldado notó que la puerta negra daba hacia un campo que apuntaba a un gran camino. Fue ahí que el soldado se dio cuenta de que la puerta negra llevaba hacia la libertad.


"El hombre valiente no es el que no siente miedo, sino aquel que conquista ese
miedo". Nelson Mandela)

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