¿Quién llama? La sabiduría,
¿Quién está levantando la voz? La inteligencia,
Grita desde la punta del cerro,
espera ahí donde se crucen los caminos;
se para a la puerta de la ciudad
y habla a los que entran o salen:
"A ustedes, hombre los llamo,
mi mensaje va dirigido a los humanos,
Que la gente sin instrucción aprenda la prudencia
y que los que no reflecionan se hagan razonables.
Escúchenme, que les diré cosas importantes
y mis labios pronunciarán palabras sinceras.
Sepan que de mi boca sale la verdad
y mis labios no se prestan a nada malo
Todas mis palabras son acertadas,
ningún engaño, nada de torcido;
el hombre inteligente comprobará que son exactas,
y al que posee el saber le precerán sinceras.
Tengan mi enseñanza antes que adquirir plata
y busquen el saber antes que el oro,
porque la sabiduría es más preciosa que cualquier joya
y nada se le iguala de lo que desean los hombres.
Yo, la Sabiduría, convivo con la prudencia
y me hice amiga de la reflexión.
Respetar a Dios es repudiar el mal.
Soberbia, arrogancia, mal proceder y boca mentirosa,
todo esto lo aborrezco yo.
Mio es el consejo y mía la cordura,
mía es la prudencia y mía la fuerza.
Por mi reinan los reyes
y sus ministros dictan, leyes justas,
por mí gobiernan los principes,
así como los nobles y todas las autoridades de la tierra.
Quiero a los que me quieren
y me dejaré encontrar por los que me buscan.
Me acompañan la riqueza y los honores,
el bienestar verdadero y la vida honrada.
Produzco frutos más preciosos que el oro
y dejo más utilidades que la plata,
usando siempre los medios justos y los procederes correctos
para enriquecer a los que me aman
y para llenar sus bodegas.
Extracto de los libros sapienciales
de la literatura Israelí
(Salomón)
**Guarda tu corazón, porque de él mana la vida.**
**LLama hermana a la sabiduría y da el nombre de amiga a la inteligencia.**
¿Quién está levantando la voz? La inteligencia,
Grita desde la punta del cerro,
espera ahí donde se crucen los caminos;
se para a la puerta de la ciudad
y habla a los que entran o salen:
"A ustedes, hombre los llamo,
mi mensaje va dirigido a los humanos,
Que la gente sin instrucción aprenda la prudencia
y que los que no reflecionan se hagan razonables.
Escúchenme, que les diré cosas importantes
y mis labios pronunciarán palabras sinceras.
Sepan que de mi boca sale la verdad
y mis labios no se prestan a nada malo
Todas mis palabras son acertadas,
ningún engaño, nada de torcido;
el hombre inteligente comprobará que son exactas,
y al que posee el saber le precerán sinceras.
Tengan mi enseñanza antes que adquirir plata
y busquen el saber antes que el oro,
porque la sabiduría es más preciosa que cualquier joya
y nada se le iguala de lo que desean los hombres.
Yo, la Sabiduría, convivo con la prudencia
y me hice amiga de la reflexión.
Respetar a Dios es repudiar el mal.
Soberbia, arrogancia, mal proceder y boca mentirosa,
todo esto lo aborrezco yo.
Mio es el consejo y mía la cordura,
mía es la prudencia y mía la fuerza.
Por mi reinan los reyes
y sus ministros dictan, leyes justas,
por mí gobiernan los principes,
así como los nobles y todas las autoridades de la tierra.
Quiero a los que me quieren
y me dejaré encontrar por los que me buscan.
Me acompañan la riqueza y los honores,
el bienestar verdadero y la vida honrada.
Produzco frutos más preciosos que el oro
y dejo más utilidades que la plata,
usando siempre los medios justos y los procederes correctos
para enriquecer a los que me aman
y para llenar sus bodegas.
Extracto de los libros sapienciales
de la literatura Israelí
(Salomón)
**Guarda tu corazón, porque de él mana la vida.**
**LLama hermana a la sabiduría y da el nombre de amiga a la inteligencia.**
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